La mayoría de las personas pasamos nuestras vidas lidiando continuamente con diferentes desafíos cada día. Da igual si eres estudiante, trabajas o eres ama de casa, hay muchas cosas que siempre surgen y pueden causarte demasiado estrés. Puede que simplemente tengas demasiado que hacer y no tengas la oportunidad de descansar lo suficiente. Hay casos en los que una persona maneja una tarea en un horario apretado, sintiendo que el tiempo nunca está de su lado. ¿Habías escuchado la palabra procrastinar?
La procrastinación es un término severo que muchas veces se usa de forma indiscriminada. La verdad es que todos lo hacemos y todos deseamos poder descubrir cómo completar nuestro trabajo más rápido sin dejar de ofrecer la más alta calidad.
En este post vamos a ver qué es procrastinar y su significado según la Real Academia Española. También veremos algunos consejos que puedes poner en práctica para dejar de procrastinar, comenzando hoy mismo.
Qué es procrastinar: significado según la Real Academia Española y cómo dejar de hacerlo
El significado de procrastinar la Real Academia Española lo deja muy claro: diferir, aplazar.
No sé tú, pero cuando vi esa palabra por primera vez pensé que venía del inglés. Sin embargo, no es así, proviene del latín procrastinare. Un sinónimo podría ser posponer.
La verdad es que todos lo hacemos.
Seguramente tú también lo hayas hecho en algún momento de tu vida. Sobre todo si estás en este mundo al que nos dedicamos los emprendedores digitales: marketers afiliados, freelancers, los que hacen marketing de nicho, etc.
La ciencia detrás de la procrastinación
La gente siempre dirá cuán mala es la procrastinación, pero rara vez nos damos cuenta por qué sucede.
Es un enfoque natural en el que siempre decidimos «confiar» y dejar todo para última hora.
Las excusas para procrastinar
La famosa excusa de «no sé»: es una de las excusas más populares que te das cuando no estás realmente interesado en realizar una tarea en particular. Al fingir esta falta de conocimiento, probablemente puedas evitar tener que completar una determinada tarea y con el resultado esperanzador adicional de que no se te pida que lo hagas en el futuro.
¿En serio quieres monetizar tu blog? Entonces, ¿por qué procrastinas?
No es lo suficientemente desafiante: esta es otra mala excusa que a menudo dan aquellos que buscan una manera de salir de hacer algo. Esta excusa suele retratarse y explicarse de forma extensiva, donde la sencillez de la tarea se toma como necesaria y por debajo de la atención individual.
No tengo ganas: esto es en realidad una pereza simple y llana, pero no lo reconocerás como tal. Recurriendo a esta excusa, intentarás todos los medios para evitar realizar la tarea particular, pero básicamente el objetivo subyacente a lograr sería simplemente no hacer lo que se espera.
No puede ser forzado: eventualmente, cuando todo lo demás falla, el individuo generalmente recurre a este argumento, mediante el cual se inyecta cierto nivel de hostilidad en la situación, en la que la exhibición rebelde espera cosechar los resultados de no tener que hacer la tarea. Si lo usas con suficiente frecuencia, este comportamiento agresivo puede tener resultados aún más dañinos, ya que aprendes a confiar en este elemento negativo para dejar de hacer las cosas.
El miedo común de los procrastinadores
Aunque la mayoría de los procrastinadores son capaces de usar cualquier razón para evitar hacer o completar algo, a veces existen poderosas influencias subyacentes que hacen que el individuo procrastine.
La exploración de estos factores contribuyentes puede permitir que una persona finalmente rompa este ciclo negativo de manera efectiva.
Los siguientes son algunos de los factores de miedo comunes que a menudo hacen que el individuo posponga las cosas:
El miedo
Miedo al fracaso: a veces, incluso la insinuación de un posible fracaso puede evitar que quieras intentar realizar una tarea en particular.
Percibes este fracaso como paralizante tanto mental como físicamente, ya que pareces tener mucho miedo de tener que enfrentar tal posibilidad. Esto podría deberse a muchos factores de conexión, uno de los cuales podría ser la necesidad de ser y parecer realizado y un éxito siempre.
Miedo a perderte algo: para la persona que quiere hacer todo, experimentar todo y ser todo, el agotamiento puede convertir rápidamente al individuo en una persona que eventualmente recurre a la procrastinación como mecanismo de defensa.
Esto suele suceder para aquellos que tienen la mentalidad de «ir a conseguirlo y tenerlo todo», que en su mayoría solo funciona hasta un cierto límite hasta que el agotamiento y el agotamiento comienzan.
Los procrastinadores aman la zona de confort
La mayoría de las personas que conscientemente quieren evitar cualquier cosa, normalmente formarán una especie de zona de confort alrededor de la excusa utilizada para solidificar su posición.
Esto a menudo se piensa y es difícil de racionalizar de manera normal. Sin embargo, comprender las conexiones entre la seguridad que brinda la zona de confort y la acción de procrastinación real permitirá a las personas manejar mejor la situación.
Veamos algunas de las posibles razones de por qué los procrastinadores buscan consuelo en la zona de confort:
Echar un vistazo
Uno de los lugares más populares para buscar consuelo y esconderse bajo la apariencia del acto de procrastinación, es caer en el modo de pensamiento y el estado de ánimo de acción de «No sé».
Al dar este tipo de respuesta para cualquier cosa, casi siempre disuades cualquier acción de seguimiento o comentarios de otros que puedan esperar, evitando así tener que lidiar con la situación o encontrar una solución.
Otra zona de comodidad ideal de la procrastinación popular radica en la expresión de no poder hacer frente de manera adecuada a una situación o necesidad en particular, por lo que optas por evitar participar por completo.
Otra excusa popular utilizada como zona de confort para el procrastinador es la falta de herramientas de apoyo para el trabajo. Mucha gente usa esto como una gran excusa para no hacer algo que no quiere. La mayoría de las veces, el argumento sobre la falta de elementos de apoyo está tan bien presentado que otros eventualmente lo aceptan como válido.
Cómo dejar de procrastinar
Establece metas y celebra pequeños éxitos
Establecer metas es una buena manera de hacer seas consciente de las cosas que requieren tu atención, y también actúa como un factor motivador para los logros diarios que debes completar.
Si no estableces metas, tu vida diaria se desarrollaría sin rumbo fijo, donde probablemente caerás en un abismo, sin una dirección particular en tu vida.
Igualmente importante, sería la acción de reconocer la consecución de estos objetivos con una pequeña celebración.
La psiquis humana es tal que todos los individuos disfrutan de alguna forma de reconocimiento a través de la celebración de estos logros. Por lo tanto, incorporar estos dos elementos importantes te ayudaría a desarrollar una mentalidad ganadora y no a convertirte en un procrastinador.
Información importante
El éxito está relacionado en gran medida con tu estado mental, y si este estado mental reconoce el éxito con las celebraciones, tu mentalidad se mantiene feliz y satisfecha con más frecuencia.
Esta mentalidad positiva te ayudará a esforzarse por lograr más, no solo por la recompensa de la celebración que reconoce el logro, sino también por la eventual autosatisfacción de la finalización exitosa de la tarea que conlleva.
También te convierte en una persona con mayor resiliencia.
Estas pequeñas celebraciones te ayudarán a fomentar la euforia provocada por la finalización de las tareas, que también es una buena herramienta de motivación, ya que te anima a aventurarte más.
Una vez que eres capaz de vencer el error de la procrastinación, muy poco puede interponerse en el camino de mayores posibilidades de logros.
Comprender el concepto de pequeño éxito logrado puede eventualmente crear un carácter confiable y fuerte, razón suficiente para celebrar todos los logros pequeños o grandes. Esto eventualmente asegurará que tu primera reacción ante cualquier tarea sea positiva y rápida en lugar de la antigua forma de postergar las cosas.
Usa tu cuerpo contra la dilación y deja de procrastinar
Existe la creencia popular que la mente es el factor dominante para permitir que la actitud de procrastinador prevalezca en la vida.
Sin embargo, también está la contribución del cuerpo a esta ecuación, ya que responde a lo que dicta la mente. Aunque la mente sigue siendo el factor dominante, el cuerpo todavía puede estar lo suficientemente motivado para superar el proceso de pensamiento de manera eficaz y mantener a raya la procrastinación.
Las siguientes son algunas de las formas en las que el cuerpo puede ayudarte a combatir una mentalidad propensa a procrastinar:
Encontrar el mejor momento para trabajar en una tarea en particular ayudará a tu cuerpo a estar más dispuesto y con más energía para ver que la tarea se completa.
Si no hay distracciones y el cuerpo está fresco y descansado, las posibilidades de completar con éxito las tareas asignadas son mayores.
Dada la singularidad de los hábitos de trabajo de cada individuo y la forma en que responde el cuerpo, sería un esfuerzo valioso detenerte y considerar las circunstancias en las que es más probable que tu cuerpo responda positivamente a las indicaciones de trabajar en algo hasta su finalización.
Aunque la multitarea es algo que la mayoría de las personas son capaces de hacer de manera muy eficaz, es más probable que los procrastinadores abandonen una tarea al primer signo de distracción.
Por lo tanto, cuando se trata del tema de la multitarea, sería mejor que el cuerpo se concentrara en hacer las cosas por etapas y con esfuerzos concentrados.
Técnicas afectivas para parar de procrastinar
Cuando estás decidido a dejar de procrastinar, hay algunos ajustes que debes hacer.
Hay muchas formas de frenar el problema de la procrastinación, pero todas ellas idealmente necesitan tu cooperación y voluntad.
Veamos a continuación algunas acciones que puedes poner en práctica para frenar la procrastinación:
Una de las formas más efectivas de superar el primer instinto de procrastinar sería diseñar la tarea para asegurarte de que no parezca abrumadora.
Este elemento abrumador generalmente da a luz el instinto natural de evitar la tarea, de ahí la elección de posponer las cosas. Lo ideal sería que dividas las tareas en secciones más pequeñas y manejables, lo que idealmente te daría la oportunidad de tratar de abordar una parte a la vez.
A veces, una mejora o un cambio completo en el entorno de trabajo te ayudará a sentirte más cómodo tanto física como mentalmente, y así poder hacer frente mejor a las tareas presentadas. Estos cambios no necesitan ser muy drásticos.
Algunos pequeños ajustes a veces pueden iluminar tu entorno de trabajo lo suficiente como para sacarte de la rutina y volver a ser productivo.
Concluyendo:
La procrastinación es el hábito de retrasar una tarea importante, generalmente enfocándote en actividades menos urgentes, más agradables y más fáciles. Es diferente a la pereza, que es la falta de voluntad para actuar.
La procrastinación puede restringir tu potencial y socavar tu carrera profesional o empresarial. También puede perturbar el trabajo en equipo, reducir la moral e incluso provocar depresión y pérdida de empleo. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas proactivas para prevenirlo.
El primer paso para superar la procrastinación es reconocer que lo estás haciendo. Luego, identifica las razones detrás de tu comportamiento y usa estrategias apropiadas para manejarlo y superarlo.
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