Qué es la Resiliencia: significado y definición

Si tienes una PC, lees libros de autoayuda o estás en el negocio de generar ingresos por internet, es muy probable que hayas escuchado hablar de la resiliencia. Incluso cuando eras niño, es posible que te hayan dicho que necesitas volverte más resistente, que necesitas aumentar tu capacidad de recuperación o que debes alentar a tus amigos a ser resilientes.

A la gente le encanta decirte que seas resistente, pero rara vez te dan consejos sobre cómo hacerlo, dejándote con más preguntas que respuestas.

¿Qué es la resiliencia y por qué es importante? ¿Por qué los médicos, consejeros y amigos de repente hablan sobre la resiliencia? ¿Es un fenómeno nuevo o los médicos lo han estado analizando durante un tiempo? Mejor aún, ¿cómo te vuelves resistente y cómo puede ayudarte en tu vida?

En resumen, la resiliencia es tu capacidad de recuperarte de situaciones adversas.

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La resiliencia es absolutamente necesaria para vivir una vida sana, feliz y de alta calidad.

Sin resiliencia, es fácil ser derrotado, sentirse desgastado por la vida y, finalmente, darse por vencido.

Sin embargo, la resiliencia te ayudará a superar cualquier situación difícil y te permitirá vivir una vida mejor, sin importar cuán difícil sea la situación.

En este post, analizamos la resiliencia y te ofrecemos consejos claves para desarrollar la fuerza mental que necesitas para superar situaciones difíciles.

Comenzamos definiendo la resiliencia, discutiendo los cuatro tipos de resiliencia y analizando los cuatro componentes de la resiliencia. Luego, ofrecemos ejemplos y sugerencias para desarrollar estos componentes para que desarrolles tu capacidad de resistir.

Esperamos que utilices este artículo para enfrentar situaciones adversas con confianza y vivir una vida mejor.

Empecemos.

Resiliencia definición y significado: ¿Qué es la resiliencia?

En resumen, la resiliencia es la capacidad de recuperarte de las adversidades de la vida, los eventos estresantes y las situaciones emocionalmente agotadoras. La resiliencia permite que las personas crezcan, se recuperen y superen sus situaciones en lugar de dejar que los tiempos difíciles se apoderen de ellos.

Sin ella, las personas pueden deprimirse, abrumarse y cansarse rápidamente de su vida. De hecho, tener poca capacidad de recuperación es una de las principales razones por las que las personas se sienten abrumadas por sus situaciones, se agotan en su trabajo y sienten que están viviendo una vida menos que ideal.

Con esto en mente, esta la clave para superar cualquier situación difícil y vivir una vida mejor. Por lo tanto, es imperativo conocer los límites de tu propia resistencia y aprender nuevas técnicas para volverte más resiliente en el futuro.

¿Por qué es importante que seas resiliente?

Ser resiliente es muy importante para tu calidad de vida.

De hecho, esta es uno de los determinantes más altos para el disfrute, la realización y el crecimiento a lo largo de la vida. Por esta razón, la resistencia a las adversidades es importante para vivir la mejor vida posible.

Si no aprendes a ser resiliente, cualquiera de los desafíos de la vida te puede derribar fácilmente. Algunas de las adversidades más comunes que enfrentamos en la vida incluyen las siguientes:

  • Cambio de carrera
  • Ambiente de trabajo estresante
  • Divorcio
  • Muerte de un ser querido
  • Problemas financieros
  • Emigrar a otro país
  • Criar hijos
  • Y muchas otras situaciones más…

Todos estos escenarios requieren resiliencia para recuperarte y hacerte más fuerte que antes. Si eres resistente, es más probable que te recuperes de estas situaciones, aunque seguirán siendo difíciles cuando las estés experimentando.

Veamos el divorcio, por ejemplo

Si estás pasando por un divorcio difícil y no eres resistente, puedes sentir fácilmente que tu vida se está desmoronando y que el amor no tiene sentido. Esto eventualmente hará que te sientas aún más molesto por tu situación y potencialmente arruinará tus relaciones futuras.

Sin embargo, si eres resistente, el divorcio seguirá siendo difícil, pero aprenderás a sobrellevar sus dificultades y aprender de la experiencia. Como resultado, puedes encontrar una mejor relación en el futuro y evitar cometer los mismos errores con esa pareja.

Tipos de resiliencia

Curiosamente, existen cuatro tipos de resiliencia: psicológica, emocional, física y comunitaria.

Cada tipo es útil para diferentes situaciones, lo que significa que utilizarás tipos específicos de resiliencia para combatir escenarios específicos en tu vida.

Esto te permite adaptar tu estrategia a la difícil situación a la que te enfrentas actualmente.

Sin embargo, al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que la mayoría de las situaciones adversas requieren más de un tipo a la vez.

Echemos un vistazo a los cuatro tipos de resiliencia. Para cada tipo, veremos cómo afecta los problemas importantes de la vida, los problemas temporales y los problemas cotidianos.

  • Problemas importantes de la vida: son aquellos que tienen un impacto duradero en tu vida. Esto puede incluir la muerte de un ser querido, una enfermedad incurable, un divorcio, la pérdida de un trabajo o cualquier otra cosa que afecte significativamente tu vida.
  • Problemas temporales: son aquellos que interrumpen tu vida pero que no duran más de un mes aproximadamente. Cosas como la gripe, un período difícil en el trabajo, el próximo examen de matemáticas de tu hijo o una crítica dura de tu pareja son todos problemas temporales.
  • Problemas diarios: aquellos a los que nos enfrentamos todos los días. Las tareas del día a día, un compañero de trabajo molesto o el ejercicio regular son todos problemas diarios. Los problemas diarios rara vez tienen un impacto significativo en tu vida.

Resiliencia psicológica

La resiliencia psicológica, o resiliencia mental, es cuando eres capaz de pensar con claridad, flexibilidad y creatividad. En muchos sentidos, la resiliencia psicológica es tu capacidad para resolver problemas, conceptualizar metas y ejecutar estrategias. Sin ella, es posible que no puedas pensar con eficacia en situaciones difíciles.

Resiliencia emocional

Podría decirse que uno de los tipos de resiliencia más difíciles de dominar es la resiliencia emocional.

Se refiere a tu capacidad para aceptar las adversidades y encontrar perspectivas positivas en circunstancias sombrías.

Está estrechamente relacionada con la inteligencia emocional, la conciencia emocional, la perseverancia y el optimismo.

Resiliencia física

La resiliencia física es la capacidad de nuestro cuerpo para enfrentar y lograr desafíos físicos, mantener la resistencia y recuperarte cuando te lesionas.

Esta es muy importante si tienes una lesión grave que altere tu vida o si te encuentras en una situación que pone en peligro tu vida.

Resiliencia comunitaria

Esta es diferente de las otras tres formas.

Las primeras tres formas se refieren a la capacidad de uno para ser resiliente a diferentes situaciones. La resiliencia comunitaria, por otro lado, se ocupa de la capacidad de una comunidad para ser resiliente y responder a situaciones adversas.

La resiliencia de la comunidad es importante para casos como desastres naturales, actos de violencia o dificultades económicas.

¿Puedo ser más resiliente?

En este punto, te puedes estar pensando: «¿Qué pasa si no soy resistente?»

Afortunadamente, se puede desarrollar la resiliencia. No es un destino en el que aterrizan las personas ni una predisposición genética con la que nacen las personas.

En cambio, es un viaje que se construye a través del tiempo, el trabajo duro y la paciencia.

Hay una serie de habilidades para ser más resiliente que puedes aprender y enseñar.

Si crees que no eres resistente, puedes romper con tus hábitos actuales para volverte más resistente en el futuro.

Sin embargo, para volverte más resistente, debes ser consciente de tus deficiencias y malos hábitos actuales y cambiarlos para que sean más saludables.

Entrenamiento de resiliencia

Aprender a ser más resiliente es lo que llamamos “entrenamiento en resiliencia”.

Al igual que el entrenamiento de resistencia o el entrenamiento con pesas en el gimnasio, el entrenamiento de resiliencia requerirá mucho tiempo y esfuerzo para dominarlo, y siempre podrás mejorar.

Además, el entrenamiento de resiliencia es como otros entrenamientos en que es holístico. En otras palabras, se centra en los cuatro componentes de la resiliencia: conexión, bienestar, pensamiento saludable y significado.

Algunos días es posible que debas enfatizar un componente sobre otro, pero es importante tratar cada componente por igual.

Entrenando tu atención

Según la Clínica Mayo, entrenar tu atención y conciencia es el ejercicio más importante del entrenamiento de resiliencia.

La razón por la que entrenar tu atención es tan importante para el entrenamiento de resiliencia es que estar atento te permitirá reconocer tus sentimientos, tus pensamientos y el mundo que te rodea.

El entrenamiento de la atención incluye volverte más intencional y con más propósito en tu vida.

Entrenar tu atención requiere que prestes atención a tus sentimientos y pensamientos para que de esa manera puedas interpretar cómo te siente, diseñar soluciones y conectar el significado con el mundo que te rodea.

Además de aumentar la resiliencia, entrenar tu enfoque también disminuye el estrés, disminuye la ansiedad y mejora tu calidad de vida

Además, entrenar tu atención requiere que utilices la resiliencia psicológica, emocional y física, incluso cuando estés pasando por una cantidad mínima de estrés. Así es como el entrenamiento de la atención se relaciona con los tres tipos principales de resiliencia:

  • Psicológica: entrenar tu atención requiere resiliencia psicológica porque requiere que concentres tu mente para que no divague sin rumbo fijo. A medida que entrenas tu atención, también entrenas tu resiliencia psicológica.
  • Emocional: un aspecto clave para entrenar tu atención es ser capaz de apartarte de tus emociones cuando no son saludables o reconocerlas cuando son saludables. En otras palabras, te obliga a discernir entre pensamientos y emociones necesarios y saludables y pensamientos y emociones innecesarios. Entonces, a medida que mejora tu atención, también mejora tu capacidad de recuperación emocional.
  • Física: cada vez que entrenas tu atención, te obligas a permanecer quieto o concentrado en la tarea en cuestión. Esto mejora tu capacidad de recuperación física porque te permite tener un mayor control de tus movimientos físicos.

Aquí hay algunas formas de entrenar tu atención:

  • Divide las tareas en partes manejables: una de las formas más fáciles de entrenar tu atención es dividir las tareas, el trabajo o el día en partes manejables. Numerosos estudios han demostrado que es más fácil centrar la atención si tienes un tiempo establecido. En el trabajo, por ejemplo, establece descansos cada 52 minutos. Si 52 minutos te parecen mucho, comienza con 20 minutos y ve aumentando. Esto entrenará tu capacidad de recuperación física y psicológica.
  • Sé consciente: otra forma de entrenar tu atención es estar atento. La atención plena es básicamente tener un momento en el que te concentras en el momento exacto que tienes entre manos, nada antes ni después. Una forma fácil de practicar la atención plena es con una meditación diaria, los estudios han demostrado que solo 10 a 20 minutos de meditación hoy en día pueden mejorar tu concentración.
  • Escucha atento: cuando escuchas a otra persona sin interrumpir, recapitular o usar palabras de conexión. Requiere que te mantengas comprometido con tus habilidades de escucha. La escucha atenta entrena las tres formas de resiliencia.
  • Escribe en un diario por la noche: otra forma de entrenar tu atención es escribir un diario por la noche. Llevar un diario por la noche te dará la oportunidad de concentrarte exclusivamente en tus pensamientos y sentimientos en ese momento. Trata de permanecer en el momento lo más cerca posible. Si lo conviertes en un hábito, llevar un diario también se convertirá en un mecanismo de afrontamiento saludable que te hará más resiliente psicológica y emocionalmente.

Concluyendo:

Como hemos visto, la resiliencia es una parte importante de la vida.

Si no puedes recuperarte de situaciones adversas, tu vida la sentirás difícil, sin sentido e innecesariamente desalentadora. Por esta razón, es imperativo entrenar tu resiliencia para que puedas recuperarte y disfrutar de la vida al máximo, sin importar cuán difícil sea la situación.

En este post, definimos la resiliencia como la capacidad de recuperarte de situaciones adversas y analizamos los cuatro tipos de resiliencia, que incluyen la resiliencia psicológica, emocional, física y comunitaria.

Ahora que haz aprendido estrategias clave para mejorar tu destreza mental, puedes recuperarte de cualquier situación y sentirte más fuerte que antes. Es importante recordar ser amable y paciente contigo mismo mientras tratas de ser más resistente.

Como mencionamos al comienzo, la resiliencia es un viaje, no un destino.

La mejor manera de disfrutar tu viaje es ser amable y aceptar que el cambio no sucederá de la noche a la mañana.

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